Una de las formas más geniales y badass de unir dos trozos de metal es mediante la soldadura, lo cual permite fusionarlos en formas elaboradas que son mucho más fuertes de lo que serían por sí solas. La soldadura MIG es uno de los tipos de soldadura que las personas usan comúnmente para aluminio. Esta técnica funciona con una máquina que hace que el alambre se derrita, y esta parte derretida del alambre une estas dos partes metálicas juntas. ¡Es un proceso asombroso que nos permite hacer tantas cosas!!!
Soldar aluminio puede ser difícil porque es un metal suave que se derrite fácilmente si se sobrecalienta. Por eso, la soldadura MIG es una buena opción cuando se trata de trabajar con aluminio. La máquina para soldadura MIG también puede ajustar el calor y la velocidad del alambre, de modo que casi siempre tienes que hacer un agujero a través de dos piezas de metal sin calentar demasiado ninguna de las dos. Además, la soldadura MIG tiende a ser más rápida que muchos otros tipos de soldadura, lo que significa que puedes comenzar y terminar tu proyecto y pasar al siguiente mucho más rápidamente.
Ahora, aprenderás cómo ajustar la configuración de tu soldadora MIG para obtener los mejores resultados. La cantidad de alambre y el calor que la máquina debe enviar al metal. Cada soldadora MIG es ligeramente diferente, y puede llevarte algo de tiempo descubrir qué configuraciones funcionan mejor para tu aplicación. Probablemente sea una buena idea comenzar con velocidades más bajas de alimentación de alambre y menos potencia en el calor. Esto te permitirá evitar quemar el metal y arruinar tu trabajo.
Dobladuras y Distorsionado: Si alguna vez soldas aluminio en casa, llegará un momento en el que el metal se deforme o se torzca. Esto se debe a que el aluminio se expande cuando se calienta y se contrae al enfriarse. Para evitar esto, puedes sujetar el metal firmemente sobre una barra de respaldo antes de soldar. El metal tendrá algo contra lo que empujar además de ti, por lo que no se doblará durante el proceso de soldadura, es decir, (BARRA DE RESPALDO).
El tercero que puede ocurrir es que el aluminio se vuelva frágil si se solda a una temperatura más alta de la necesaria. Esto también significa que el metal se agrietará/interrumpirá en algún momento. Por lo tanto, el método del que hablaba antes para prevenir este problema es ajustar adecuadamente la temperatura de tu soldador MIG y no agregar demasiado metal a la vez, ya que hacer cortes en unidades mantendrá la estabilidad.
La configuración de tu soldador MIG es importante mientras soldas aluminio. Agregar demasiado calor o alambre puede quemar el metal y causar que el material se desforme. Si se calienta demasiado, la unión puede desarrollar aberturas y ser débil; por otro lado, si no hubo suficiente calor por alambre utilizado, la soldadura no habría sido suficiente para mantener las dos piezas juntas. Por eso, probar tus configuraciones en algún metal desperdiciado antes de comenzar un proyecto puede ser sabio. De esta manera, puedes asegurarte de que todo está en buen funcionamiento.
La soldadura MIG es un excelente método para aluminio realizado por principiantes que no comprometen la calidad. Es posible, sin embargo, que también tenga algunos inconvenientes. Por ejemplo, la soldadura MIG requiere mucho equipo, lo que añade peso y hace que el proceso sea menos portable. Si necesitas trabajar en varios lugares, puede ser difícil mover todo hacia adelante y hacia atrás. Además, a veces la soldadura MIG no se puede usar para piezas de metal muy grandes, por lo que en estos casos ocurrirá algo diferente.